Todo salió sobre ruedas, nunca mejor dicho, en la Marcha BTT y la Andaina Costa da Morte, que transcurrieron por distintos lugares del municipio de Carballo, mayoritariamente. La organización, el Club Ciclista Monteneme, todavía logró reunir a más inscritos en los días previos a la cita hasta llegar a los 300 ciclistas y 170 caminantes.
Cayeron unas gotas de lluvia a primera hora de la mañana, pero después quedó una jornada soleada que contribuyó a que no hubiera incidente alguno más allá de tres bicicletas que sufrieron averías e impidieron continuar a sus dueños.
Ni siquiera se produjeron las típicas caídas. Partieron ambas pruebas no competitivas sobre las nueve y media de la mañana de la plaza del Concello. Unas cinco horas después, los participantes ya recogieron para sus casas tras llevar el estómago lleno de unos pinchos de churrasco y una degustación de productos Calvo.
La fábrica conservera carballesa fue el punto de reencuentro.El primer corredor y corredora que llegase al pico más alto de la marcha, la cima del Monte Neme, se llevaba un jamón. Los agraciados fueron, por este orden, Alberto Pérez, de Cerqueda, y Natalia Raña, de Ordes.
También hubo detalles de la olería de Buño para los clubes más destacados, bien por ser el más numeroso, como fue el caso del Media Ducia carballés, o por ser el más lejano, como el Terra Chá, de Castro de Rei, además de para el deportista más veterano, que resultó el larachés Pepe Ríos, del año 1952. Los organizadores cambiaron la ruta, como hacen todos los años, y «gustou moito», aseguró el presidente, Víctor González. Hubo gente, además, de Valga y Ciudadela.
Fotografías: Roberto Rey. Realizadas con Sony A7III + Objetivo Manual Voigtlander 40mm f1.2 Nokton Aspherical. Editadas en Capture One 12
Texto: La Voz De Galicia
WikiLoc: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/iv-andaina-costa-da-morte-42111834
«Las fotos ya no sirven tanto para almacenar recuerdos, ni se hacen para ser guardadas. Sirven como exclamaciones de vitalidad, como extensiones de unas vivencias, que se transmiten, se comparten y desaparecen…» Joan Fontcuberta