Aunque hubiera recorrido todos los caminos, cruzado montañas y valles desde Oriente hasta Occidente, sino he descubierto la libertad de ser yo mismo, no he llegado a ningún sitio.
Aunque hubiera compartido todos mis bienes con gentes de otra lengua y cultura, hecho amistad con peregrinos de mil senderos o compartido albergue con santos y príncipes, sino soy capaz de perdonar mañana a mi vecino, no he llegado a ningún sitio.
Aunque hubiera cargado mi mochila de principio a fin y esperado por cada peregrino necesitado de ánimo, o cedido mi cama a quién llegó después y regalado mi botellero de agua a cambio de nada, si de regreso a mi casa y mi trabajo no soy capaz de crear fraternidad y poner alegría, paz y unidad, no he llegado a ningún sitio.
Aunque hubiera tenido comida y agua cada día y disfrutado de techo y ducha todos los días, o hubiera sido bien atendido de mis heridas, sino he descubierto en todo ello el amor, no he llegado a ningún sitio.
Aunque hubiera visto todos los monumentos y contemplado las mejores puestas de sol; Aunque hubiera aprendido un saludo en cada idioma, o probado el agua limpia de todas las fuentes, sino he aprendido a valorar tanta belleza gratuita y tanta paz, no he llegado a ningún sitio.
Si a partir de hoy no sigo caminando en tus caminos, buscando y viviendo según lo aprendido; Si a partir de hoy no veo en cada persona, amigo y enemigo, un compañero de camino, no he llegado a ningún sitio.
Texto. Fray Dino
Fotografías. Roberto Rey
Imágenes capturadas con Sony a6000 + Objetivo Manual Neewer 25mm f1.8 en O Cebreiro